martes, 26 de febrero de 2019

Querido diario

Ilustración de Camille Witt.

Mamá se desmonta por las noches, como algunos muñecos. Se lo conté a la abuela, pensando que no me iba a creer y, me dijo que eso era por la depresión. A primera hora de la mañana, mi hermano y yo la encontramos todavía medio descompuesta sobre la cama, entonces le acariciamos la frente y el pelo; le pedimos que se levante. Poco a poco, conseguimos que sus piernas se unan al tronco, los brazos en los hombros; es fácil encajarle los pies en los tobillos… la cabeza es lo que más nos cuesta, hay días que tenemos que dejarla sobre la cama, con los ojos fijos en el techo. Imagino que se queda ahí, esperando... El resto de su cuerpo nos acompaña al colegio.

Autora: Ana Pascual.
 

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