Prefiero
las ratas a los insectos pero, tú ya lo sabías, hermano; por eso no sé cómo
pudiste… Las ratas no me causan la repugnancia que siento al ver una cucaracha.
Sé qué comen, como se reproducen; amamantan a sus crías, no son tan ajenas a
nosotros. Pero los insectos… En sus orígenes no son más que larvas pegajosas,
que aparecen en cuanto algo empieza a pudrirse. De ahí nacen esos bichos, de lo
descompuesto. Por eso quiero que entiendas que, no puedo. Ojalá te hubieras
despertado convertido en una rata de setenta kilos. ¡Te juro por Dios, Gregorio,
que todo habría sido distinto!.
Autora: Ana Pascual.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarJa ja... Lo sospeché desde un principio! Es uno de mis autores favoritos. Me pasa igual, prefiero las criaturas con pelo y sin antenas. Aunque, todavía existe el debate sobre la cucaracha y el escarabajo. Saludos Ana!
ResponderEliminarGracias por tu lectura.
EliminarVeo que también empatizas con las ratas de setenta kilos :D Saludos
Hola, Ana:
ResponderEliminarTe he nominado a los Blogger Recognition 2018. Puedes verlo en:
https://cuentoscontigo.wordpress.com/2018/09/24/me-han-nominado-para-el-blogger-recognition-award-2018/
Saludos,
Sara