Mientras repasa mentalmente los
preparativos, escucha el ruido del viejo citröen bajando la cuesta, oye al hijo
del vecino despidiendo a su marido, como cada viernes, a la misma hora, la
misma frase…
- Qué pase un buen día señor Iturralde,
¡recuerdos a su señora!, - dice alzando la voz, y dando dos toques al timbre de
su bicicleta.
Desde ese momento y hasta que su
marido regresa, el ritmo vital de la señora Azcuénaga es frenético.
En la mesa de la cocina esparce la
harina, pone el chocolate a fuego lento y empieza a elaborar la crema pastelera
(por si llama alguien más golosillo de lo habitual). Lo tiene todo listo para
una primera hornada.
Lo siguiente que hace es comprobar que
han publicado su anuncio en el diario local. “Si te gusta el chocolate, si te pirra el dulce, llámame, y
repetirás. Todo natural y tradicional, como lo hacían nuestras abuelas. Encargos
en 943324456, preguntar por Dulce”.
Ahí está, tal y como lo había pedido, con letra Comic Sans y en colores pastel.
Después amasa con amor, y mientras tanto va probando el chocolate, a ver qué
tal le ha salido. Primero a poquitos, pero como siempre, termina rebañando el
cazo.
Normalmente empieza a sonar el
teléfono a las once, después para, y a partir de la una y media, las llamadas
se suceden. Un día a la semana, Dulce Azcuénaga se vuelca en lo que es su
verdadera vocación; prepara unas deliciosas magdalenas rellenas de chocolate,
que saben a gloria. Y a veces, no sabe si movida por el entusiasmo de los
clientes hacia su repostería o por alguna otra razón que escapa a su lógica,
invita a alguno a comer sus creaciones con verdadera pasión, y así se endulza
el día.
Al final de la jornada, el aroma a chocolate impregna toda la cocina, también la ropa de Dulce, y su piel. Antes de que el señor Iturralde vuelva, deja junto al porche del vecino una docena de sus deliciosos postres. El niño apenas tarda segundos en cobrar por su silencio. Después, la señora Azcuénaga regresa a casa, y se prepara... En breve, escuchará el motor del citröen subiendo la cuesta.
Autora: Ana Pascual Pérez.
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