Se
han apoyado en la baranda del faro. Han llegado hasta aquí sin miedo. Ella está
de puntillas, él a dos patas. Esperan al monstruo, ese al que algunos respetan
y otros temen. El que engulle los espigones y embiste el faro, el mismo que
devoró barcos hace una semana.
Ella
grita con fuerza su nombre, aguantando con rabia las ganas de llorar, y él
ladra sin saber muy bien a qué o a quién.
Necesita
verle cara a cara para reclamarle lo que se llevó, lo que es suyo.
Pero el monstruo remolonea, y el marinero no aparece.Autora: Ana Pascual Pérez.
Frase de inicio: "La extranjera" de Nuria Amat.
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